En la final del Mundial, un hombre está sentado en las gradas viendo el partido. Junto a él, un asiento vacío. Otro aficionado se le acerca y le pregunta:
- ¿Este asiento está ocupado?
- No. Era de mi esposa, pero como ha muerto...
- Vaya, ¿y no ha venido ningún amigo a acompañarle?
- Pues no. Han preferido ir al funeral.
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